Los bebés nacidos en el verano, tienden a presentar granitos en la piel debido a las elevadas temperaturas; esta alteración de la piel conocida como sarpullido o sudamina
La piel de los bebés es más delicada que la nuestra. Durante el embarazo ha estado sometida a unas condiciones muy estables de color y humedad y no había sustancias agresivas. Pero cuando un bebé nace todo eso cambia. Tiene un contacto constante con todo lo que le rodea en este nuevo mundo. Y es un mundo cambiante. La humedad y la temperatura varían con el paso de las horas y cada día es diferente y como no están acostumbrados a esos cambios suelen reaccionar a ellos de forma bastante exagerada, cuando notan calor sudan con más intensidad.
El sarpullido no es peligroso y es importante no confundirlo con otras enfermedades de la niñez, razón por la cual es importante consultar a un pediatra y no automedicar o restarle importancia.